Ciencia


Fin al mito del cerebro dividido

Las últimas observaciones apuntan a lo mismo. Los hemisferios izquierdo y derecho comparten las mismas funciones, pero cada lado procesa con sus dos estilos particulares. Mientras uno se encarga de los detalles, el otro de lo general. 

Los hemisferios derecho e izquierdo del cerebro humano ya no se conciben como dos piezas mágicas capaces de "captar y armar el mundo" mediante funciones separadas y diferentes. Se acaba el mito de la existencia de un órgano pensante dividido y desarticulado.

Todas las últimas observaciones convergen en los mismos resultados: ambos hemisferios trabajan en forma complementaria respecto a cada una de las facultades mentales. Lo único que los separa, operacional y anatómicamente, son sus distintos estilos de procesamiento. Diversos estudios recientemente publicados en Nature, New Scientist y Journal of Expermimental Psychology se refieren a este cautivante tema.

Con frecuencia se echaba mano a la supuesta asimetría cerebral para identificar y caracterizar las capacidades femenina o masculina del cerebro. Por eso se decía que el hemisferio izquierdo era el lógico, verbal y dominante, en tanto que el derecho el imaginativo, emocional y dominado.

No hay, entonces, dos ámbitos diametralmente opuestos de conciencia en el Hombre. El cuerpo calloso, el grueso puente de fibras nerviosas que conectan ambos hemisferios, actuaría como un eslabón integrador.

Registros e Inteligencia

Los estudios empíricos empezaron a enriquecerse con el empleo de nuevos métodos para explorar el funcionamiento cerebral, como el scanner. A través de esta tecnología, Gereon Fink, de Alemania, y John Marshall, de Inglaterra, llegaron a la conclusión de que el hemisferio izquierdo se concentra en los detalles, mientras que el derecho en los aspectos más generales. Es como si el primero se fijara en las pinceladas de un cuadro y el segundo en el fondo de éste.

Para comprobar sus planteamientos, los investigadores se valieron de una serie de imágenes llamadas "letras navon" que muestran, por ejemplo, una gran F escrita con eses pequeñas. El procedimiento involucró a varios voluntarios, quienes recibieron previamente una sustancia radiactiva en sus venas para registrarles la respuesta del cerebro frente a esos estímulos visuales. Básicamente, la idea fue averiguar qué áreas del órgano se activaban en cada circunstancia. 

Mientras se les aplicaba el scanner, a los voluntarios se le pidió que manifestaran cuándo se estaban fijando en la imagen global ( letra F) o en los elementos que la componen (letras S). Los resultados fueron sorprendentes. En el primer caso, se activaba el hemisferio derecho y, en segundo, el izquierdo.

Para Joseph Hellige, psicólogo estadounidense, el scanner consolidó el nuevo concepto de hemisfericidad. Cuando se observa el cerebro, cualquier que sea la función que se está midiendo, se demuestra que ambos lados desempeñan una labor activa, complementaria y no exclusiva, pero ciertamente que procesan distinto.

Por ejemplo, el lenguaje parece conformarse en los dos hemisferios. El izquierdo se encarga de la base misma del sistema de comunicación, como la gramática y la elaboración de palabras. El derecho maneja la entonación y el énfasis. Pero a fin de cuentas, lo que se produce es el lenguaje.

Asimismo, se sostiene que el hemisferio derecho trabaja principalmente con el sentido del espacio, en tanto que su correspondiente lado izquierdo con la localización particular de los objetos. Los expertos expresan, en consecuencia, que "un cerebro inteligente es el que puede procesar, simultáneamente, la información global y el detalle".

Más aún, otros investigadores adaptaron diversos test para abordar las funciones cerebrales en los chimpancés y babuinos. Los resultados sugieren que también en ellos la única distinción entre los dos hemisferios cerebrales está sólo en el estilo de procesamiento de cada uno. En otras palabras, esta característica ha estado presente evolutivamente en el tiempo y no es propia de la especie humana.

Consultado el psiquiatra Fernado Lolas acerca de este avance, expresó que es muy novedoso por cuanto evidencia que los dos hemisferios operan simultáneamente respecto a una misma función. Efectivamente - puntualiza- estos trabajos refuerzan la hemisfericidad cerebral desde el punto de vista de la dimensión conductual, cuyos estudios empíricos exponen un hemisferio izquierdo "analítico secuencial" y uno derecho "holístico configuracional".

"Pero lo importante de entender es que son los propios comportamientos los que exigen la visión global o de detalle de uno u otro lado del órgano, con la excepción de cuando se da a alguien una instrucción de dónde concentrar su mirada", precisa. "O sea, no hay tendencias específicas que determinen dos estilos cognitivos de procesamiento cerebral. No existe ni la mente matemática ni la mente artística absoluta. Más bien, el empleo predominante de uno de los dos hemisferios cerebrales depende de la tarea que realiza una persona". Fernando Lolas destaca que se reconstruye el cerebro unitario, pese a las dos "mentalidades" que parecen coexistir en él.